domingo, 8 de marzo de 2015



Imaginar en El Salvador


¿Cómo funcionan las narrativas socio-mediáticas en la comprensión analítico-crítica de las consciencias individuales cuando se relacionan con el mundo real-social?

La agenda de los mass-media utilizada por el tema de la violencia sin la examinación adecuada de causas y demás factores intervinientes en la misma tras un trato más bien intencionado en posicionar al medio como objeto de consumo y las limitadas competencias provenientes de los bajos niveles de escolarización, además de la consistente unidimensional caracterización de las corrientes de opinión atribuido a la definición de una identidad socio-cultural que se multiplica en un estancamiento atomizador, formaliza un diagnóstico que sitúa a la esencia de los seres individualizados, reflejados en sí, en un mismo espejo las veces que sea posible pero a la vez carentes de mecanismos de utilización de un pensar que supere la tendencia a nada más idear en torno a las necesidades instintivas básicas, al efímero entretenimiento que malgasta el uso del tiempo, la aversión al pensamiento complejo-creativo, la atenencia a los rezagos que la cristiandad colonial implantó, el laberíntico estado conservador de aceptación del [des]orden ubicado en cada situación de vida social.

El ser salvadoreño se encuentra imposibilitado de imaginar otras alternativas paralelas al mundo real dado. Los centros de pensamiento (think tank) apuntan hacia una estética de administración institucional ficticia sin la comprensión y legitimación total de parte de las masas colectivas populares a quienes intentan persuadir esforzándose en posicionar una racionalidad técnico-idónea, edulcorada a la vez de contradicciones con respecto al quehacer político de la clase representativa.

Los entes que concentran riquezas en recursos materiales se distraen con elaboraciones discursivas ajenas a ser significativamente utilitaristas mientras que la izquierda es incapaz de representarse tangiblemente como una alternativa de rotura con respecto al sistema socio-económico de inherentes desigualdades.

Los siguientes cinco años serán parecidos a los primeros quince del nuevo siglo en El Salvador. Los distintos mecanismos de concepción de idearios articuladores y provocadores de un tejido social inmediatamente adverso (pero favorable) al actual no encuentran raíces en los espacios de vida social, ni mucho menos en los centros universitarios del país que sirven para marcar un triunfo pero más bien de la educación superior de masas la cual abraza discursivas progresistas y de calidad en su imagen y palabra, mas constituye otra derrota para desahogar a la imaginación pensante.

Así El Salvador no puede sino ser imaginado en un amargo sabor de intolerancias y dificultades de conformación hacia una nueva dirección más allá de lo meramente protocolar, improvisado y anti-positivista.



Ricardo Paniagua
Profesional docente e investigador, teórico social, traductor.
Twitter: @ricardopaniagua
https://independent.academia.edu/paniaguaricardo
Tel: (503) 76 81 23 23

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