Imaginar en El Salvador
¿Cómo funcionan las narrativas
socio-mediáticas en la comprensión analítico-crítica de las consciencias individuales
cuando se relacionan con el mundo real-social?
La agenda de los mass-media utilizada por el
tema de la violencia sin la examinación adecuada de causas y demás factores
intervinientes en la misma tras un trato más bien intencionado en posicionar al
medio como objeto de consumo y las limitadas competencias provenientes de los
bajos niveles de escolarización, además de la consistente unidimensional
caracterización de las corrientes de opinión atribuido a la definición de una
identidad socio-cultural que se multiplica en un estancamiento atomizador,
formaliza un diagnóstico que sitúa a la esencia de los seres individualizados,
reflejados en sí, en un mismo espejo las veces que sea posible pero a la vez
carentes de mecanismos de utilización de un pensar que supere la tendencia a
nada más idear en torno a las necesidades instintivas básicas, al efímero
entretenimiento que malgasta el uso del tiempo, la aversión al pensamiento
complejo-creativo, la atenencia a los rezagos que la cristiandad colonial implantó,
el laberíntico estado conservador de aceptación del [des]orden ubicado en cada
situación de vida social.
El ser salvadoreño se encuentra
imposibilitado de imaginar otras alternativas paralelas al mundo real dado. Los
centros de pensamiento (think tank) apuntan hacia una estética de
administración institucional ficticia sin la comprensión y legitimación total
de parte de las masas colectivas populares a quienes intentan persuadir
esforzándose en posicionar una racionalidad técnico-idónea, edulcorada a la vez
de contradicciones con respecto al quehacer político de la clase
representativa.
Los entes que concentran riquezas en recursos
materiales se distraen con elaboraciones discursivas ajenas a ser
significativamente utilitaristas mientras que la izquierda es incapaz de
representarse tangiblemente como una alternativa de rotura con respecto al
sistema socio-económico de inherentes desigualdades.
Los siguientes cinco años serán parecidos a
los primeros quince del nuevo siglo en El Salvador. Los distintos mecanismos de
concepción de idearios articuladores y provocadores de un tejido social
inmediatamente adverso (pero favorable) al actual no encuentran raíces en los
espacios de vida social, ni mucho menos en los centros universitarios del país
que sirven para marcar un triunfo pero más bien de la educación superior de
masas la cual abraza discursivas progresistas y de calidad en su imagen y
palabra, mas constituye otra derrota para desahogar a la imaginación pensante.
Así El
Salvador no puede sino ser imaginado en un amargo sabor de intolerancias y
dificultades de conformación hacia una nueva dirección más allá de lo meramente
protocolar, improvisado y anti-positivista.
Ricardo Paniagua
Profesional docente e investigador, teórico social, traductor.
Twitter: @ricardopaniagua
e-mail: ricardopaniaguamendoza@gmail.com
https://independent.academia.edu/paniaguaricardo
Tel: (503) 76 81 23 23
No hay comentarios:
Publicar un comentario